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[av_heading tag=’h3′ padding=’30’ heading=’Crecer con pasos firmes’ color=” style=’blockquote modern-quote’ custom_font=” size=” subheading_active=’subheading_below’ subheading_size=’15’ custom_class=”][/av_heading]

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A veces por decisión propia, a veces porque el mercado de trabajo nos ha echado fuera, emprendemos un negocio. Negocio que tiene características particulares como son, el que pusimos como principal objetivo el bienestar de nuestra familia o que deseamos, con el tiempo, que el negocio permanezca en manos de nuestros parientes y pase de generación en generación. 

Un negocio que tiene el control accionario o directivo en manos de un grupo familiar o que simplemente tiene en la mira del fundador el ser transmitido -a su tiempo- a sus descendientes, ya califica como Empresa Familiar. No importa si el posible continuador apenas comience a gatear o si ya está estudiando en una prestigiosa universidad, lo fundamental es la decisión y el deseo de que el negocio permanezca bajo el control de la familia.

Tristemente, existe una gran confusión en el público que, automáticamente, equipara las empresas pequeñas y las empresas familiares. En realidad, no tiene razón de ser esta ecuación. Existen empresas familiares grandes como Dulces Vero y Tequila Cuervo, asimismo enormes como Bimbo, Wal-Mart y Cementos Mexicanos (CEMEX). Pero también hay empresas que nacieron chiquitas y así se han mantenido. La pregunta que te planteamos, lector, es: ¿deseo que mi empresa permanezca pequeña y por eso no hago lo necesario para crecer o no hago lo necesario y por eso permanece pequeña? No, no es un juego de palabras, es una realidad. 

La mayoría de las empresas familiares se mantienen con un crecimiento muy pobre por falta de elementos que ayuden al fundador a trazarse una clara conciencia del por qué y para qué quiere crecer, hacia dónde debe orientar ese crecimiento y si cuenta con las herramientas suficientes para embarcarse en esa aventura.

Después de muchos años de asesorar y apoyar empresarios y empresas familiares, tenemos la firme convicción de que esta clase de personas de negocios, hombres y mujeres, sí cuenta con lo indispensable, pero comúnmente no lo sabe de cierto o lo sabe pero le faltan algunas piezas no muy costosas o difíciles de obtener para poder despegar. Se hace recomendable buscar otro punto de vista, apoyarse en los ojos y los oídos de un profesional con experiencia que nos ayude a detectar las áreas de oportunidad para entrar en una etapa nueva, con sus desafíos y gandes recompensas: la institucionalización. 

Ventajas y desventajas de las Empresas Familiares

Las empresas familiares tienen múltiples ventajas. Por su propia formación cuentan con un equipo de gente que tiene intereses en común y, por su estructura flexible, pueden implementar rápidamente cambios que a una empresa no familiar de ciertas proporciones le tomaría años.

También la lealtad constituye una ventaja importantísima que tienen las empresas familiares. Son escasas las ocasiones en que uno de nuestros parientes se disponga a coquetear con la competencia o deje a medias una encomienda importante, por irse a trabajar con otra empresa.

Por otra parte, es habitual que en las empresas familiares cometamos el error de buscar el puesto para fulano (ponga aquí el nombre de el hijo, sobrino o cuñado que desee) en lugar de analizar las necesidades y el perfil natural del puesto y, sólo entonces, contratar a una persona que reúna los requisitos, las habilidades y la experiencia necesaria para ocuparlo, sea ésta familiar o no.

Muchas veces el primogénito da por descontado que algún día heredará la empresa y se olvida de prepararse activa y tenazmente para poder llenar los zapatos del fundador. También nos encontramos con conflictos familiares que contaminan el terreno de lo exclusivamente laboral. Nunca menospreciemos la solución preventiva que un buen Protocolo Familiar ofrece para evitar esa extrapolación de roles que se da entre la familia y la empresa.

Por último, permítame felicitarlo, si está leyendo estas líneas es que tal vez se encuentre en la línea de salida para una aventura excitante y maravillosa, convertir a un grupo familiar que posee una empresa en una verdadera familia empresaria.

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Gonzalo X. Villava

Delegado de CMFE en Guadalajara

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